Los ocho pilares básicos

Inicialmente, muchas organizaciones, asociaciones y sociedades científicas consideraron que la Medicina del Estilo e Vida se cimentaba en seis pilares básicos. Recientemente, el Scientific Board de la European Lifestyle Medicine Organization revisando en profundidad los factores etiológicos desencadenantes de las enfermedades crónicas no transmisibles, ha incrementado estos seis pilares a ocho con los que nos sentimos más identificados, habiéndolos adoptado para nuestra práctica medica y que describimos en esta página:
Nutrición
Actividad física
Higiene del Sueño
Salud mental
Sustancias tóxicas
Salud sexual 
Relaciones sociales
Polución ambiental

Descripción de los 8 pilares básicos

1. Nutrición:
La MEV ayuda a las personas a seguir un modelo nutricional basado en la dieta mediterránea, reduciendo el consumo de alimentos ultraprocesados y grasos mediante la enseñanza del conocimiento nutricional y las habilidades necesarias para seguir patrones de una alimentación más saludables.

2. Actividad física:
La MEV invita a las personas a practicar actividad física adaptada a las posibilidades de cada uno, practicando cualquier tipo de ejercicio, recreacional o deportivo, aconsejando practicar 150 minutos semanales de marcha rápida o 75 minutos si el ejercicio es de mayor intensidad. Los beneficios de la actividad física sobre la salud se manifiestan a través de una notable mejoría en la fisiología cardiovascular, metabólica o neurológica, reduciendo o retrasando las enfermedades secundarias a las causas anteriormente citadas. Conviene tener presente que siempre hay un ejercicio físico para cada edad y condición. Dentro de este apartado cabe señalar el papel destacado que cumplen la balneoterapia y la talasoterapia.

3. Higiene del sueño.
Adecuar el sueño a un buen estilo de vida constituye uno de los pilares básicos de la MEV. Un buen sueño significa descansar relajada y profundamente durante la noche y despertarse a la hora conveniente con la sensación de haber “recargado las baterías” físicas y mentales. En este sentido, expertos en sueño recomiendan acostarse y
levantarse siempre a la misma hora, evitando previamente la visión de pantallas luminiscentes y las obsesiones compulsivas por problemas no resueltos durante el día. Se estima que el sueño nocturno no debería ser inferior a 6 horas ni superior a 8, ya que las experiencias indican que modificaciones, por exceso o por defecto, en este tiempo de descanso se asocian con una mayor incidencia de problemas cardiovasculares, metabólicos y de inmunodeficiencia.

4. Salud mental:
La MEV instruye sobre prácticas y técnicas, científicamente contrastadas, que permiten reducir el estrés mal gestionado ayudando a las personas a llevar una vida más relajada, facilitando prácticas que promuevan un estrecho contacto con la
naturaleza circundante y facilitando mecanismos que encuentren en el ocio un modo de rebajar las tensiones diarias disfrutando de los modelos de esparcimiento que más encajen en sus preferencias. Dentro de estas técnicas de salud mental, un sueño de buena calidad y duración constituye un pilar básico para un estilo de vida saludable.

5. Abuso de sustancias tóxicas y adictivas:
La MEV, mediante programas especializados, ayuda a las personas a dejar de fumar, a reducir el consumo excesivo de alcohol y de sustancias adictivas y facilita las herramientas necesarias para mejorar el comportamiento y poder evitar otras prácticas insalubres como la obsesión por los juegos de azar o el uso nocivo de
Internet o las redes sociales.

6. Salud sexual y fertilidad
La MEV ayuda a los jóvenes y adultos de ambos géneros a fortalecer del modo más saludable posible su vida sexual adecuando dicha actividad a las capacidades personales de cada sujeto, con especial atención a los cambios derivados de la edad, tanto en el varón (andropausia) como en la mujer en su etapa post-menopáusica. Del
mismo modo facilita mecanismos adecuados para la procreación dentro de las prioridades que cada sujeto establezca para su mejor planificación familiar.

7. Relaciones sociales
La MEV propone a toda la población de cualquier edad y condición desarrollar y mantener las mejores conexiones sociales y familiares para que sean distendidas, afectuosas, armoniosas y saludables. Se ha comprobado científicamente que estas prácticas, aumentando la interconexión social y familiar, reducen de manera significativa el estrés y promueven un mejor estado de salud física y mental.

8. Contaminación
Se conoce la trascendencia que el impacto ambiental provoca en la salud de todos los seres vivos del planeta, incluido el hombre. Los excesos de radiaciones solares ultravioleta o la falta de una exposición saludable al sol, los contaminantes ambientales derivados de la combustión de materiales fósiles como el dióxido de nitrógeno o el de carbono, las tormentas solares con sus peligrosos incrementos del ozono, el hacinamiento, la falta de higiene personal y colectiva, las carencias alimentarias, la contaminación de las aguas para el consumo humano, los
contaminantes domésticos y numerosos otros factores son causas de múltiples enfermedades crónicas, cuya solución radica en cambios en los hábitos del hombre de nuestros días para los que la MEV presta sus mejores apoyos.

Todos los pilares anteriormente descritos se relacionan fuertemente entre sí, de forma que un trastorno del sueño conduce a la fatiga crónica y, secundariamente, al sedentarismo que de forma automática provoca trastornos alimentarios que junto con la inactividad física inducen obesidad, diabetes, hipertensión, cardiopatías y depresión. De manera similar, la depresión, el tabaquismo, la nutrición deficiente o desarreglada, el consumo excesivo de alcohol y el aislamiento social son condiciones óptimas para el insomnio cerrándose inevitablemente un círculo vicioso que no hace sino agravar todos los problemas concomitantes.

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